ENTRE LOCOS

Es muy popular escuchar la expresión de: “El loco tira piedras y ésos están contados”. La Vela de Coro, Los Taques y Moruy, se caracterizan, según la voz popular, por ser pueblos de “locos”. Quizás sean por sus festividades decembrinas o la costumbre de tiempo atrás de “soltar” a los locos para que deambularan por esas zonas, quienes como dementes al fin, lanzaban objetos o por conductas repetidas de personas ociosas, pero lo que sí es cierto y se puede comprobar, es que en Moruy, la gente que está sin hacer nada, sentada en troncos o a orillas del camino, simplemente: “lanza piedras de forma repetitiva al vacío” y quizás de allí provenga la frase anterior.

Se hace este introito, para hablar de una festividad anual, que se celebra en Moruy y tiene que ver con la demencia, no como enfermedad mental sino como la posibilidad de liberación y jugar al libre albedrío, permitido por la decencia y el decoro,  sin que se le identifique como tal.

A juzgar por los siguientes opiniones, emitidas de diversas fuentes, se tiene que a juicio de la periodista Primera Diliannys  en el año 2014, consideró a Los Locos de Moruy como

“una celebración tan parecida, pero tan diferente, a la que se realiza en la Vela de Coro y la Sierra, las mujeres se visten de hombres y los hombres de mujeres; y los niños de ancianos y viceversa, con trajes sucios y sus caras cubiertas con mascaras y muñecas en brazos” ( Fuente: cidt-corfaltur.blogspot.com/2014/12/fiestas-decembrinas-tan-parecidas-pero_25.html )

Mientras  que para Brett (ob.cit. 127), cronista de ese municipio, eran:

  “A principios del SXX, juegos adornados con comparsas, significaban las verdaderas diversiones del paraguanero. Un juego con base cristiana (omissis) algo que…nos hacía estremecer de alegría, a pesar de las carreras que dábamos para no dejarnos cuerear del Diablo. Ahora…el motivo resulta tan deslucido, que ni siquiera la gente se ocupa de admirarlos como en otros tiempos".

No obstante, para sus pobladores, a juicio de Rojas ( 2017) periodista de Nuevo Día y consecuente amigo de este patrimonio, la considera como una “fiesta de personas que salen a las calles ataviadas con llamativos trajes, todos confeccionados con material de provecho, que juegan bromas y bailan con la gente del pueblo y visitantes”

Y para José “Goyo” Sánchez, otrora presidente de la Fundación Locos de Moruy, en su declaración hecha para INCUDEF (2011) manifiesta que es una “tradición de más de 90 años, es un encuentro familiar”.




¿Pero cuál es el origen de esta manifestación cultural  donde cada quien tiene una visión distinta de apreciar y valorar la festividad?

En este aspecto, vale mencionar que la celebración de Los Locos de Moruy, coincide con la conmemoración católica de Los Santos Inocentes. Recordatorio de la matanza de niños inocentes en manos del Rey Herodes, buscando ejecutar al bien nacido Jesús de Nazaret, el Rey de Reyes. (Mat. 2: 4,5.) Se cuenta que con el tiempo, los pueblos salían a las calles con disfraces para ocultar al santo inocente que naciera en esa fecha. Después empezaron a organizarse las fiestas para conmemorar que todos los 28 de diciembre se cumplían más de 2000 años de los crímenes de estos niños de Belén y se ha hecho tradicional en casi todos los pueblos del mundo. (Ocando, 2008). La Iglesia católica, también recuerda anualmente esta fecha bíblica y lo hace en sus homilías.